Martes
29 de enero del 2013. Fecha para redondear en el calendario.
Empiezo
el día habiendo dormido 2 horas, y mal. Voy a la facultad a hacer el examen de
evaluación y diagnóstico psicológico. Una asignatura que no es difícil
(pero sí de estudiar mucho), que a mi me tenía bloqueada, me daba miedo. Por
esta asignatura tuve que pasarme a grado, una larga historia... que no
olvidaré, ni a la responsable. Cursé la asignatura el año pasado, suspendiendo
febrero y septiembre. Este año otra vez. -A la quinta va la vencida- me
decía...
Estando
en la parada del autobús me llaman. Es S. para decirme que mi tutora C. está
enferma y que no puede ir al centro, si puedo sustituirla yo. Se me abren los
ojos; -sí claro, sin problema- y mientras haciéndome caquita. Pero
muy emocionada,. llegó el momento de enfrentarme yo sola a las sesiones con mis
cinco grupos de niños, más el adolescente en sesión individual. S. me dice que
me va a ayudar a prepararlo y me desea suerte para el examen. Cuelgo y no hago
más que pensar en lo que va a pasar por la tarde. -Céntrate, termina de repasar
que todavía no te sabes bien los test multidimensionales de la personalidad-
pero no podía, al final lo hice.
Llego
a la universidad. Entro en el salón de actos y me encuentro con dos compañeras
de clase de la especialidad que ni sabía que tenían esa asignatura con esa
profesora. -¡Lady Amish está embarazada! ¡otra vez! Si vuelvo a suspender, con
suerte en la revisión está hormonal y lo consigo- Debía estar de 8 meses.
Comienza el examen. 30 preguntas 3 opciones. En la primera tanda 19, al final
consigo llegar a contestar 21 preguntas. "No voy a pillar" decía, mis
cojones.